En 1661 el monarca francés "Luis XIV" conocido como "El Rey Sol", mandó ampliar el pabellón de caza que poseía en Versalles” para construir un enorme palacio de igual nombre, para en su interior poder acoger a todo un pequeño universo de personas y un amplio séquito que trabajasen para él y que por supuesto eran incondicionales que no menos diariamente le adulaban, lo imitaban y glorificaban, pues ello les permitía alcanzar un estatus especial dentro de la corte, sino puede que también cierto rango de nobleza que les posibilitaba adquirir posesiones y riqueza. La monarquía con la revolución francesa se vino abajo pues desapareció por completo, pero el paso de los años y los nuevos aires no trajeron muy diferentes cambios. Los monarcas han sido sustituidos por presidentes de gobierno, ha cambiado el nombre de la figura representativa y su cargo ya no es universal ni perpetuo, en algo han variado las reglas, pero el desempeño es similar y otorga privilegios a quien tiene la potestad de manejar el poder, lo cual hace que nuevamente cada vez más y más individuos se sumen al filón de participar de una parcela de poder gubernamental que les permita adquirir privilegios que jamás como ciudadanos corrientes hubieran podido adquirir. Hoy en día el “enchufismo” está muy extendido y repartido a multitud de departamentos que se permiten crear nuevos cargos a antojo para por la puerta de atrás, ingresar a quienes plazca en cada momento. Esto no hace más que abultar el número de burócratas que en multitud de casos, con sus absurdos e incoherentes decretos y leyes impiden el normal y efectivo trabajo de quienes son los verdaderos creadores de la riqueza, los ciudadanos. Las grandes democracias abanderan lemas de igualdad entre todos sus habitantes, pero la hipocresía de ese engaño jamás ha dejado de sorprendemos, pues es de sobra conocido que la casta política, administrativa y ministerial de nuestros países no hace más que otorgarse a sí mismos un cada vez mayor número de prebendas y beneficios que procuran meticulosamente no airear para que todo quede en el más encubierto secreto. Elevados sueldos vitalicios, jubilaciones anticipadas con apenas unos pocos años de cotización, lujos y tratos de favor exclusivos, despilfarro y sobretodo, no tener que rendir cuentas por su incapacidad ante la justicia, son entre otras, tan sólo algunas de las obvias diferencias entre ellos y el resto del estrato de la ciudadanía.

La "Curia Regia" comenzó en la "Edad Media" como un organismo que otorgaba "consejo a la casa real", que le asesoraba y administraba determinados servicios de asistencia militar, pero hoy toda esta clase de gobernantes que viven a cuerpo de rey, necesitan cada uno su propia curia que en algunos casos como lo es el presidente de gobierno, cuenta con más de 1.000 asesores. Esto si algo demuestra, es la incapacidad para gobernar de un títere que ha de pedir consejo hasta para respirar o de un autócrata que pretende absorber y acaparar todos los resortes del estado y para ello usa multitud de colaboradores pagados no precisamente con su dinero.

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”