Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
La dualidad de la simulación y la realidad fingida que hemos creado, bajo la cual, sea o no opción elegida sin alternativas hemos decidido vivir, nos está convirtiendo en seres difícilmente sociables y en consecuencia hasta cierto punto, insoportables. Es posible que el uso y la noción con la que se ejerce la mentira, bien sea intencionada o no, permita en ocasiones ser considerada como recurso necesario para evitar herir e incluso para facilitar la mejora y el progreso como individuos eficientes en nuestra actividad diaria dentro de la sociedad tal y como lo corrobora la garantía de éxito que en una mayoría de casos se obtiene si nos atenemos a lo que la experiencia y las cifras muestran y a pesar de tener serias dudas acerca de ello, puede también sirva para hacernos más amable y llevadera la existencia y la cotidianeidad. Pero la duplicidad y el trastorno bipolar en nuestro carácter y en la forma de actuar, algo que de una manera u otra se ha hecho evidente, palpable y al parecer inevitable, nos está llevando a actuar con un nivel de cinismo sin precedentes. La falta de formalidad, la escasa seriedad y la irresponsabilidad tanto en las ideas como en los hechos así como en la manera de actuar sin asumir las consecuencias de los errores en los que la mentira se sostiene, resulta algo ya de una naturalidad pasmosa, es más... ante un posible reproche a tal actitud se recurre con premura a una defensa a ultraje por medio de improperios y del enfrentamiento. Hacer lo contrario de aquello que con suma firmeza y osadía se divulga y se promete, o llevar a cabo actitudes hipócritas con el descaro y la falsedad con que se realizan, es simplemente la culminación de una desfachatez inaguantable. Somos capaces de capear con ambiguos pretextos en defensa a situaciones de actitudes a otros tanto reprobadas y vilipendiadas con anterioridad sin por ello caer en el remordimiento de conciencia hacia uno mismo cuando utilizamos iguales recursos, pero además es que se lleva a cabo con infame descaro. Todo lo expuesto queda tolerado y consentido de manera generalizada con una preocupante e inquietante noción de superficialidad al parecer asumida sin coste alguno, pretendiendo a su vez que dicha farsa no sea entendida por la mayoría de los mortales, eso sí... apenas se procura tan si quiera servirse aderezada o envuelta bajo la estéril verborrea de un discurso premeditadamente vacío e irrelevante como era de costumbre. Nuestra vida pasa por saber actuar, por asumir papeles que nos hagan aparentar lo que no somos pero eso sí, de saber llevarlo a cabo con la credibilidad suficiente como para solventar situaciones en ocasiones reprochables sin acritud alguna.
"Utilizar la mentira obvia a pesar de resultar a veces difícilmente demostrable para obtener o sacarle partido a aquello que otros te puedan aportar y que por tus propios medios resulte difícil conseguir es la forma más común de actuar cínicamente, más aún cuando se lleva a cabo con personas con cierta discapacidad, desventaja en su posición o merma de facultades por su avanzada edad, lo cual da muestras de la cobardía con la que actúa el cínico."
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”