Quizás puedas llegar a ser alguien, eso sí, siempre y cuando logres estar y moverte allí en donde la élite lo hace. Es igual y resulta indiferente a lo que te dediques y lo que hagas, pero sea lo que sea, lleva a cabo algo hasta sus últimas consecuencias y esmérate en venderlo entre ese selecto grupo y círculo de influyentes que serán tus únicos y mejores promotores e impulsores si lo que pretendes es llegar a cualquier rincón del mundo. Ellos te elevarán al éxito, a la gloria de quienes escapan del anonimato. Gánate su confianza y trátales como ellos esperan que se les trate, pues desde el respeto y la admiración serán ellos los únicos capaces de crear un mito entorno a tu persona. Indiferente resulta si tu trabajo tiene una gran calidad o no, indistinto si existe algo parecido ya en el mercado o es una simple similitud y copia recosida, pues si tú logras ser el primero en hacerlo presente ante sus narices, serás quien obtengas el rédito de ser el merecido creador. Hay que saber entrar y participar dentro de ese difícil, acotado y en gran parte esperpéntico escaparate de emperifollados elementos que apellidan el glamour de las tendencias y la jet de la mayor metrópoli del mundo, adéntrate en los suburbios de la decadente decrepitud senil, del vicio fácil y de la degeneración para hacerles creer que participas de su ocio y de sus placeres, con ello poco a poco los tendrás en tus manos. En el fondo son ellos quienes lideran y mueven la economía o influyen sobre sus representantes, imponen los cánones y destierran a cuantos no pasan por el aro. Hazles creer que estás en todo de acuerdo con sus premisas, con sus ideas y con sus sentimientos, véndete como buen judas al primer postor que te facilite regueros de dinero y acostúmbrate a cambiar tan a menudo de piltra como de pareja, indiferente resulta el género, el transgénero y su mayor o menor naturaleza y madurez física, despréndete de todo escrúpulo y repugnancia, la mente y junto a ella el cuerpo, se amoldarán con facilidad a la amoralidad con el paso del tiempo y el cúmulo de experiencia. No muestres debilidades ni tendencias políticas a las que puedas ser afín, pues siempre acabarán sopesando en tu contra, limítate únicamente a no contradecir y menos aún a poner entre la espada y la pared a quien te pueda facilitar el camino, pero...¡ojo...! un exceso de halago o adulación pueden resultar tan perjudiciales como despotricar o vociferar con objetivo hacia su persona. En definitiva, sin duda se ha de estar por el hecho de que estar ausente es lo mismo que no existir, pero no saber estar es tan malo como no contar o encontrarse ausentarse.

"Los méritos de trabajo no son motivo suficiente para garantizar el éxito en la vida, entendiendo por tal, la afluencia de dinero fácil en enormes cantidades y la vida de exceso. Son la posición y el empuje de influyentes y terceros quienes podrán poner al alcance de tus manos una abultada fortuna"

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”